SOMOS PEQUEÑOS INSTRUMENTOS, PERO MUCHOS PEQUEÑOS
INSTRUMENTOS EN LAS MANOS DE DIOS PUEDEN HACER MILAGROS. M.T.C (Gracias)
Una maravillosa historia sobre el poder de la fe, dirigida a
todos los públicos, más allá de sus creencias y de la tradición a la que
pertenezcan. Al igual que en Martes con mi viejo profesor, Mitch Albom ofrece a
sus lectores unas memorables conversaciones con un destacado guía espiritual,
que nos invitan a replantearnos muchos de los fundamentos sobre los que
construimos nuestras vidas.
Mitch nunca ha sido muy religioso. Aunque educado en el seno
de una comunidad judía, el hecho religioso siempre ha resultado algo secundario
para él. Por eso queda muy sorprendido cuando el octogenario rabino de su
comunidad le pide que, cuando llegue su hora, sea él quien pronuncie su
discurso fúnebre. Esta propuesta inesperada da pie a repetidos encuentros entre
el ya cuarentón Mitch y el viejo rabino que ve que la hora de su muerte no
puede estar muy lejos; así es como, al filo de las conversaciones, Mitch vuelve
a entrar en contacto con la religión y empieza a replantearse su propia
espiritualidad. Paralelamente, vamos descubriendo la historia de Henry, criado
en un ambiente hostil que en poco tiempo toma el camino de la delincuencia y la
drogadicción...